Veraneras moradas

Veraneras moradas

Por Yennifer Cabria Ortiz

¡Despierto! Y me sorprendí al ver el patio de mi casa repleto de veraneras moradas. No reconozco al muchacho que invade el patio, ahora bien, él nota mi presencia, se acerca y exclama en forma de pregunta. ¿¡Es cierto que estabas triste porque se te marchitó la única veranera que has tenido!?


– Sí.


– En tu gesto facial se nota tanto.


– Por tal razón estoy aquí trayéndote semejante regalo. Deja la tristeza, mi niña. Es solo un sueño cumplido, porque tú lo que necesitas es amor.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *